Gertrude Belle Elion

[3]​ Descubrió, entre otros, tratamientos para la leucemia, la malaria, enfermedades autoinmunitarias e infecciones urinarias.

[7]​ Murió por causas naturales en Carolina del Norte en 1999, con ochenta y un años de edad.

[9]​ Estudió Química en el Hunter College en la ciudad de Nueva York cuando sólo tenía quince años.

Elion consiguió cursar la licenciatura de forma gratuita gracias a su buen expediente académico.

[10]​ La llegada de la Segunda Guerra Mundial cambió las reglas del juego que hasta entonces había.

En 1944 la joven pudo acceder a un trabajo como ayudante de George H. Hitchings en la compañía farmacéutica Burroughs Wellcome[11]​ (luego GlaxoSmithKline).

[6]​ Es decir, Elion y Hitchings utilizaron las diferencias bioquímicas entre células humanas normales y patógenas (agentes causantes de enfermedades) para diseñar fármacos que pudieran eliminar o inhibir la reproducción de patógenos particulares sin dañar las células huéspedes.

Y paradójicamente años después se convirtió en premio nobel sin haber obtenido el doctorado.

A pesar del revés, Hitchings y Elion no dejaron de trabajar en ello.

La lista de fármacos pronto comenzó a crecer con la trimetoprima o la azatioprina.

Otros trastornos, como la gota, la artritis reumatoide o la leishmaniasis, fueron combatidos gracias a la labor de estos investigadores.

Continuó como investigadora emérita, ayudando en el desarrollo, en 1984, del primer medicamento contra el SIDA: la zidovudina (AZT).

Gertrude B. Ellion con George H. Hitchings.
Molécula de Mercaptopurina, uno de los descubrimientos de Belle Elion.