En 1109, Enrique V lo envió a Roma, como miembro de una misión diplomática.
En 1130, entró en conflicto con Burcardo I de Loccum, y consejero del emperador Lotario II, sobre la construcción del castillo de Burcardo.
Germán I hizo que asesinaran a Burcardo en un cementerio.
Germán estuvo en custodia en Renania durante años.
En 1134, fue liberado y se le encargó tareas de defensa en Holstein.