George Williams

En aquellas épocas la vida urbana presentaba un panorama desolador con altos márgenes de pobreza y miserables condiciones de vida que orillaban a la gente a optar por la calle, destacando un alto índice de niños desamparados.

[2]​ Pronto, la iniciativa de Williams, ganó notoriedad ante el fabricante de telas, quien les proporcionó un espacio para que pudieran reunirse, y así, más y más jóvenes se congregaran a su alrededor.

La labor de este notable hombre, hizo que la YMCA se forjara como una organización altruista, siendo condecorado por esta causa en 1894 con el nombre de Caballero del Reino Unido.

En 1905, falleció, siendo sepultado en loa Catedral de San Pablo entre los Héroes Nacionales.

Finalmente, un último tributo a su obra filantrópica, fue el triángulo rojo que se muestra en la gran ventana de la Abadía de Westminster, el cual está dedicado a su nombre y a la YMCA por su reelevancia durante la Primera Guerra Mundial.