Sirvió brevemente en la Cámara de Burgueses y se involucró en asuntos locales, algunas veces junto a su vecino George Washington.
[6] La economía de Virginia creció y se desplomó con el tabaco —el cultivo principal—, cuyas cosechas eran exportadas principalmente a Gran Bretaña.
[14] El tribunal del condado no solo resolvía casos civiles y penales, sino también asuntos más generales como impuestos locales.
[25] Mason y Washington fueron amigos durante muchos años, pero esta amistad acabó cuando no lograron conciliar sus diferencias respecto a la Constitución federal.
La ley del azúcar de 1764 tuvo un gran impacto en Nueva Inglaterra, pero no causó protesta a nivel general.
Las resoluciones fueron redactadas principalmente por Patrick Henry, un miembro novato que representaba al condado de Louisa y con una retórica vehemente.
Sin embargo, Mason no pudo evitar su designación al Comité de Seguridad, un poderoso grupo que asumió muchas funciones en medio del vacío gubernamental.
Otros políticos elegidos para la convención fueron Henry, George Wythe y James Madison, un joven delegado del condado de Orange.
[70] En 1779, Lee renunció a ese congreso, no sin antes expresar su deseo de que Mason, Wythe o Jefferson le remplazasen en Filadelfia.
En 1777, el valor del papel moneda en Virginia había caído precipitadamente y Mason ideó un plan para la devaluación con un impuesto sobre bienes raíces.
Ese mismo mes, Mason pasó la Navidad en Mount Vernon (la única finca más grande que la suya en el condado de Fairfax).
Otros cinco puertos, incluyendo Alexandria, fueron agregados después, pero la ley portuaria resultó impopular a pesar del apoyo de Washington.
La ley portuaria fue aprobada por escaso margen, aunque se añadieron otros puertos como puntos de entrada legales.
Impresionado por la calidad de los delegados, Mason esperaba ideas profundas en ellos, algo que no había encontrado habitualmente en su carrera política.
Mason no tenía esa necesidad de permanecer en silencio y solo cuatro o cinco delegados hablaban con tanta frecuencia como él.
Washington hizo una declaración instando a la ratificación, aunque en lo demás se mantuvo en silencio, pues sabía casi con seguridad que sería el primer presidente de la Unión.
Mason envió a Washington una copia de sus objeciones,[111] pero el general creyó que la única opción era «ratificación o desastre».
Sin embargo, tanto Lee como Mason creían que si se hacían las enmiendas adecuadas, la Constitución federal sería un buen instrumento de gobierno.
[118] Los virginianos eran renuentes a creer que figuras muy respetadas como Washington y Franklin serían «cómplices en la creación de un sistema tiránico».
[119] Hubo fuertes críticas contra Mason: la Gazette de New Haven insinuó que él no había hecho mucho por su país durante la guerra, en notable diferencia con Washington.
Así pudo hacer campaña en el condado de Stafford y aseguró al electorado que no buscaba la desunión, sino más bien una reforma.
[121] Cuando la convención se inició en Richmond, Randolph había abandonado la causa antifederalista, lo que afectó los esfuerzos de Mason y Henry para coordinarse con sus contrapartes en Nueva York.
Henry tenía una postura más radical contra un gobierno federal que Mason y tomó la iniciativa en su participación en el debate.
Sin sentirse satisfecho con el resultado, preparó un vehemente argumento escrito, pero sus compañeros consideraron que la retórica era demasiado agresiva y Mason aceptó no publicarlo.
[127] Años después, Alexandria fue incluida temporalmente dentro del distrito de Columbia, aunque más tarde regresó a Virginia.
[134] Aunque su muerte atrajo poca atención, aparte de algunas menciones en los periódicos locales, Jefferson expresó su lamento como «una gran pérdida».
En el condado de Fairfax, solo George Washington tenía más, pero Mason no es conocido por haberlos liberado ni siquiera en su testamento, ya que sus esclavos fueron divididos entre sus hijos.
[137] Peter Wallenstein argumentó que podría haber liberado a algunos esclavos sin dañar el porvenir de sus hijos, si hubiera querido.
[141] En 1919, Robert C. Mason publicó una biografía de su antepasado y afirmó que George Mason «accedió a liberar a sus propios esclavos y fue el primer abolicionista conocido»; asimismo, rechazó firmar la Constitución federal porque, entre otras cosas, «tal como estaba entonces[,] no podía abolir la esclavitud ni preparar su extinción gradual».
[168] O'Connor afirma que «Mason perdió su batalla contra la ratificación[, ... pero] sus ideales y actividades políticas han influido significativamente en nuestra jurisprudencia constitucional».