Georg Friedrich Meier

A diferencia de la tradición anterior, que entendía la hermenéutica sobre todo como una ciencia que operaba sobre discursos escritos, para él la hermenéutica tiene dos momentos.

En los primeros, la perfección va de suyo, de tal modo que no hay ni ambigüedad ni plurivocidad en ellos.

Esto le permite, entonces, desestimar el valor de la mantica y la astrología.

Esta regla dice que debemos dar crédito al autor, suponiendo que el mismo fue capaz de usar todas sus facultades para expresar aquello que se había propuesto.

Partiendo de este principio, luego se verá, mediante la interpretación, si el autor realmente logró o no alcanzar dicha perfección.