Esta estatua pertenecía a la colonia romana Norba Caesarina y con el paso de los años ha estado situada en diferentes ubicaciones en Cáceres (Extremadura).
Es posible que su interpretación fuera errónea pues Sículo creció en Sicilia donde Ceres era considerada patrona de la isla.
En el siglo XVII la figura se encontraba próxima a la ya inexistente ermita de San Benito, concretamente en la Plaza Mayor.
El primero que la citó fue Marineo Sículo en la edición de su obra a finales del siglo XV.
Llegados al siglo XVIII, Antonio Ponz se refiere a ella como una representación de la abundancia o la paz.