Geli y Elfriede acompañaron a su madre cuando esta se convirtió en la ama de llaves de Hitler, en 1925; Geli tenía entonces 17 y durante los siguientes seis años estuvo en estrecho contacto con su medio-tío Hitler,[2] que era 19 años mayor que ella.
[8] Strasser añadió que, según Geli, esta debía verse sometida a realizar perversiones sexuales para satisfacción de Hitler.
De inmediato comenzaron a circular rumores en la prensa sobre abusos físicos, una posible relación sexual o incluso el asesinato.
[14] El historiador Ian Kershaw mantiene que "fuera activamente sexual o no, el comportamiento de Hitler hacia Geli tiene todos los rasgos de una fuerte, o al menos latente, dependencia sexual".
[15] No obstante, según diría años después la hija de la hermana de Geli, Elfriede, tanto su hermana como su madre creían que Geli no se había suicidado realmente.
Se refugió en una casa a orillas del lago Tegernsee, y no asistió al funeral en Viena el 23 de septiembre.
Tres días después, sin embargo, visitaría su tumba en el Zentralfriedhof de Viena.
[18] El novelista italiano Fabiano Massimi recreó en su thriller histórico L'angelo di Monaco (edición en español: El ángel de Múnich, 2020) las circunstancias del supuesto suicidio de Geli Raubal, inclinándose por la teoría del asesinato.