En su testamento, Juan Segismundo, que no tuvo descendencia, le designó como su sucesor en el trono de Transilvania.Contando con el apoyo del emperador Maximiliano de Austria, Békés reunió un ejército y organizó una rebelión contra Báthory, pero fue derrotado.Békés perdió todas sus posesiones y se vio obligado a buscar refugio en Viena.Cuando la confederación polaco-lituana eligió a Enrique de Valois como rey, las hostilidades entre Maximiliano y Báthory llegaron a su fin y Békés viajó al Imperio otomano en busca de un nuevo aliado, aunque sin éxito.[1] No obstante, volvió a albergar esperanzas cuando, en 1574, Enrique de Valois abdicó del trono polaco-lituano.