A mediados del siglo XIX, la villa tenía contabilizada una población de 409 habitantes.
La evolución de la población ha sido muy dispar desde mediados del siglo XIX.
La población ha ido en aumento progresivo hasta 1950, año en el que se produjo la mayor densidad demográfica.
También se produce una emigración hacia otras comunidades autónomas en busca de empleo, Madrid y País Vasco principalmente y a Segovia a partir de los años sesenta.
En los últimos años la población se está manteniendo, incluso aumentando, debido a que la vivienda es más asequible para matrimonios jóvenes frente al alto coste de la vivienda en Segovia capital y a la llegada de algunos inmigrantes.
La Concentración Parcelaria comenzó aproximadamente entre los años 63-65, pero a pesar de ello los terrenos cultivados son en su gran mayoría menores a la hectárea y están dispersos, no formando latifundios.
Estas panaderías exportan sus productos a la Capital y provincia, destacando el pan de Garcillán que tiene cierta fama en la zona.
El segundo día, como acto religioso se puede destacar la misa de los difuntos con procesión hasta el cementerio.
Dentro se subasta quien pone la Virgen en el altar y después en el trono hasta el año siguiente.
Al finalizar estos actos se canta el villancico típico en honor a la Patrona.