Cuando llegó el momento de casarse, eligió a una mujer que no compartía sus virtudes.
Como noble importante, Gangulfo participó en las guerras de la época, pero también se dedicó a la predicación del Evangelio en Frisia.
En un viaje a Borgoña, se encontró con una propiedad en Bassigny en la cual había una fuente donde brotaba una agua dulce y buena.
El sacerdote, que quería decapitar a Gangulfo, atacó al santo mientras dormía, pero tan sólo pudo herir un muslo.
Según la tradición, se efectuaron varios milagros en la tumba del santo, y tanto su esposa como su amante sufrieron enfermedades hasta encontrar la muerte.