En 1960, Vastola fue condenado por delitos relacionados con marcas registradas y recibió una sentencia suspendida de un año.
El Internal Revenue Service (IRS) también multó a Vastola con 215 dólares por no declarar sus ingresos ilegales.
Vastola compartió celda con el jefe de la familia criminal Gambino John Gotti.
Tras pasar un tiempo con Vastola, Gotti se convenció de que Vastola se convertiría en testigo del gobierno en lugar de pasar tiempo en prisión.
En 1992, los fiscales federales acusaron a Gotti, en este nuevo caso de crimen organizado, de cinco asesinatos, entre ellos conspiración para asesinar a Vastola, usura, juego ilegal, obstrucción a la justicia, soborno y evasión de impuestos.