Esta especie fue descrita originalmente en el año 2020 por Jhonatan Alarcón-Muñoz, Rafael Labarca y Sergio Soto-Acuña.
En la publicación en que se describió a la especie también se dio a conocer otras especies de rállidos fósiles con las que convivía, las cuales son todas especies vivientes: Pardirallus sanguinolentus, Fulica armillata, Fulica rufifrons y Fulica ardesiaca; las tres primeras todavía habitan en la zona; la última, en cambio, es una especie altiplánica, cuyas poblaciones más australes están lejos de la localidad.
[1] Fulica montanei, y las restantes aves acuáticas, convivieron con varias especies correspondientes a la denominada megafauna extinta, así como con diversos vertebrados pequeños y medianos, constituyendo un ensamble faunístico sin análogo en la actualidad.
[2] Presumiblemente, también convivió con las primeras oleadas de seres humanos llegadas a la región.
[3][4] Fulica montanei es el primer rállido extinto registrado en el Cuaternario de América del Sur.