En los principios la única forma de ubicar las piezas bajo cubierta era posiblemente la observación desde globos.
El fuego de contrabatería moderno surgió y se desarrolló durante la Primera Guerra Mundial.
Esto puede ser logrado mediante ataques a cualquier parte del sistema de artillería enemigo.
El resultado deberá ser el que mejor se adapte a la situacián táctica; a veces lo mejor es registrar la ubicación de la batería hostil, y dejar las acciones para más tarde.
Existen contra-medidas para reducir la efectividad del fuego contrabatería, algunas nuevas y otras no tanto, entre las cuales se incluyen: También se puede atacar las posiciones de la artillería CB del enemigo, y sus sistemas de detección.