[2][3] Geográficamente el núcleo urbano se encuentra en una ladera del macizo que forman los montes de San Marcos y Castrelos.
Cargado de historia, su origen se remonta muy atrás en el tiempo, con incluso vestigios celtas.
Forxás cuenta asimismo con un parque de ocio para los más pequeños y un campo de fútbol siete en hierba natural (A Moura), en excelentes condiciones para la práctica del deporte.
Entre las variedades de vino encontramos mencía, garnacha, godello o doña blanca.
Fiesta, devoción y deporte marcan el comienzo del camino a la última fiesta del año, Magosto allá por el mes de noviembre.