La primera fachada se edificó en el siglo XIII, de la que recientemente se han descubierto vestigios.
Las obras fueron iniciadas por el arzobispo Luis García Mañero (1764-1767).
En la puerta principal figura el escudo del difunto arzobispo Francisco Añoa, quien propuso la nueva fachada, así como en la puerta lateral izquierda que da acceso a la Parroquieta.
Yarza fue discípulo de Ventura Rodríguez, en cuyo proyecto inconcluso para la puerta de San Bartolomé se basó.
Construida en piedra, ladrillo y yeso, la pintura blanca actual la ha despojado de los contrastes materiales de la original.