También manifestó que debió contar con asistencia militar para realizar la filmación: «Algunas zonas fueron víctimas de ataques terroristas, y por eso nos acompañó el ejército.
Los soldados supieron ser discretos durante el rodaje, nos olvidamos de ellos, luego los vimos reaparecer para escoltarnos cada vez que salía nuestro convoy».
[1] Fuente:[2] El filme le valió a su directora el Premio de la Audiencia en el evento World Cinema Amsterdam, realizado en los Países Bajos en 2017.
[3] En el Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú del mismo año, ganó los premios CEDEAO, Félix Houphouët-Boigny y Paul Robeson.
[5] En la revista francesa Jeune Afrique se elogió la labor de la directora: «El trabajo ascendente cercano al informe y las condiciones de rodaje naturalmente tuvieron un impacto en la autenticidad de la película, que a veces está cerca del formato documental.