Cabe señalar que el propio Ristenpart agradece a esta firma la recomendación de este empleado.
En 1910 se obtuvieron en Santiago posiciones del Cometa Halley mientras fue lo suficientemente brillante para ser observado con el refractor de 23 cm.
Con la muerte del presidente Montt, Ristenpert perdió un amigo y la ciencia chilena un partidario entusiasta de la astronomía en aquellos años.
En el año 1912 Ristenpart también tuvo que enfrentar varios problemas administrativos dentro del observatorio.
Tras esta vergüenza pública, no es sorprendente que Zurhellen regresara a Alemania tras renunciar.
Como era un astrónomo competente, obtuvo un cargo en el Observatorio de Berlín-Babelsberg en octubre del año 1913.
Ristenpart no mostró públicamente lo mucho que lo afectó la ignominia de su destitución.
Su más leal colaborador era Richard Prager, quien no tan sólo había dirigido la sección de cálculo, sino que voluntariamente se había hecho cargo del trabajo del ecuatorial y además supervisar la biblioteca.
Al día siguiente Ristenpart le escribió a H. Kobold, editor de la revista "Astronomische Nachrichten" en la misma vena.
Sin embargo, la amargura era muy profunda para ser aceptada por un hombre con tanto orgullo y en la mañana del 9 de abril estando en su casa se disparó un tiro.
Un ejemplo es su amistad con el matrimonio Thome de Córdoba, la pareja norteamericana que asumió la dirección del Observatorio allí y continuó el proyecto del Córdoba Durchmusterung con muy poca ayuda externa.
Al morir Juan Thome en 1909, Ristenpart no tan sólo envió una sentida carta a su viuda sino también escribió un obituario que era un muy generoso tributo a la dedicación autoimpuesta de la pareja Thome.