Teniendo en cuenta que al inicio de la Segunda Guerra Mundial Alemanía no disponía de petróleo, sus experiencias resultaban interesantes para su país.
[1] En 1931 recibió el premio Nobel de Química compartido con el Carl Bosch "por sus contribuciones a la creación y desarrollo de los métodos químicos a alta presión".
A raíz de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial vivió en Turquía, Italia, Suiza y se estableció en Madrid.
Sus restos se encuentran en el cementerio Alemán de Buenos Aires.
Creó un procedimiento para producir carburantes por hidrogenación del carbón a elevadas temperaturas y presiones.