Estuvo comprometida con el movimiento por el sufragio femenino, además de con varias organizaciones humanitarias.
Durante la Segunda Guerra Mundial participó en trabajos antifascistas.
Frida Stéenhoff fue una figura central muy importante en el movimiento por el amor libre en Suecia, para el control de natalidad, el sexo y el romance sin matrimonio, y se mostró crítica hacia la institución de matrimonio, temas por los que sería controversialmente conocida por su novela debutante: Lejonets unge ("El niño del león"), de 1896.
Se le atribuye el haber introducido el concepto moderno de feminismo en Suecia con su publicación Feminismens moraleja ("Moralidad feminista"), de 1903.
Stéenhoff se encontraba entre las colaboradoras de la revista feminista Tidevarvet.