Frederic Morton

Creció en su ciudad natal, criado por su padre, un herrero especializado en forjar medallas imperiales.

Morton cuenta que en 1940 su padre decidió a su pesar cambiar su apellido por Morton para poder afiliarse al sindicato, que por entonces era antisemita.

En 1951 volvió a Austria por primera vez, y en 1962 regresó, esta vez a Salzburgo, para casarse con su novia de la universidad, Marcia.

Desde 1959 Morton trabajó para varias publicaciones de EE.

UU., principalmente como columnista (The New York Times, Esquire y Playboy).