Los animales se dan cuenta de que con su nombre, John Quincy, quedaría muy bien como director del banco, y deciden ofrecerle el cargo.
Al no poder acudir a las reuniones, los animales de la granja Bean pierden el control del banco.
La elegida es la señora Wiggins, la vaca, en virtud de su sentido común y su experiencia hablando en público.
La señora Wiggins se ríe durante la campaña electoral; la oposición dice entonces que la risa no tiene lugar en el gobierno.
Es Whibley quien le sugiere a Freddy que cave un agujero hasta la sala de juntas lo bastante ancho para que el cerdito pueda pasar; una vez allí, Freddy bloquea las otras entradas y convoca una reunión de la junta; mientras los pájaros carpinteros intentan desesperadamente entrar, Freddy convoca una reunión de la junta y se vota a sí mismo presidente.
El día de la elección los animales aparecen esta de muy buen humor, pero los pájaros carpinteros habían urdido otro plan: que los votos por la señora Wiggins ("W") se contabilicen como votos para el candidato que ellos apoyan, "Marcus" ("M", una "W" vuelta del revés).
Freddy les dice entonces que sus papeletas quizá sean también para algún otros animal de la granja con la misma inicial.
Enfadado, Grover se hace con el control del poderoso hombre mecánico (inventado en un libro anterior).
Con su apoyo, le tiende una trampa a Grover, consigue sacarlo del hombre metálico y ponerse en su lugar.
Esta es la versión que se publicó en castellano como Freddy el Político (Editorial Turner, 2015).