Frank Castorf

Además, dirige producciones teatrales como invitado en teatros de Basilea, Zúrich, Estocolmo, Viena, Copenhague, São Paulo, y Hamburgo.

Para sus adaptaciones teatrales él utiliza como fuentes de texto las novelas de autores como: August Strindberg, Fiódor Dostoyevski y Louis-Ferdinand Céline, Alfred Döblin, Anthony Burgess, Frank Norris, Franz Kafka, Alexandre Dumas y Balzac.

Su padre administra una tienda propia de persianas durante todo el periodo comunista.

Después de completar el servicio militar en tropas fronterizas, en 1972 se matricula como estudiante de ciencias teatrales en la Universidad Humboldt, en Berlín, donde se va a interesar por el movimiento surrealista y dadaísta.

Del 1976 al 1979, trabaja como dramaturgo en el Teatro Senftenberg, donde empieza sus primeros intentos en la dirección.

El tono que Castorf da al texto de Karl Grünberg, “The steel flows like gold”, obra sobre la reconstrucción socialista de la RDA, lo lleva a juicio.

Se consideraba que allí no podrían ofrecer ningún riesgo al sistema ya que se estaba ubicado en un pequeño pueblo desconocido para la mayoría de los habitantes de la RDA y aún más en el extranjero.

Dada la falta completa de reputación del teatro, uno tenía libertad para cualquier posible desarrollo conceptual, al no tener que seguir una tradición teatral o estética específica que pudiera haber caracterizado el teatro anteriormente.

El escenógrafo Harmut Meyer construye en la parte posterior del escenario una puerta que, de hecho, se abría al aire libre real.

Su primera presentación en el teatro Volksbühne fue con una relectura del clásico alemán de Schiller Los Bandidos.

Antes de la división entre RDA y RFA, los teatros estaban concentrados en la parte Este, obligando que el Oeste construyera instituciones correspondientes en su lado del muro.

Después de la salida del director artístico Benno Besson, la Volksbühne entra en decadencia.

Castorf extendió la mano a esa población, aprovisionando soporte para trabajadores de teatro de esta zona, ofreciendo precio reducido o mismo entradas libres para trabajadores y estudiantes, y haciendo performances en la calle para aproximar el público al nuevo enfoque del teatro.

Debido a su política y sus reelaboraciones “desconstrucionistas” de los clásicos que chocaban los espectadores más conservadores, el Volksbühne se convierte en la principal sala de teatro para cualquier persona que quisiera estar en día con el teatro alemán.

Ocho producciones son montadas en el escenario principal de la casa, cuatro de ellas dirigidas por Castorf: El Rey Lear (William Shakespeare), Rheinische Rebellen (Arnolt Bronnen), La Naranja Mecánica (Anthony Burgees), Alcestis (Euripides).

Las cuatro producciones dirigida por esos jóvenes dramaturgos, representan, en grande parte, la situación actual en el antiguo Berlín Este.

Uno de los fundadores del German Tanztheater, Kresnik es conocido por trabajos violentos con fuertes connotaciones políticas, como seu Macbeth (1988) y su Ulrike Meinhof (1990).

Las primeras producciones realizadas en este espacio son al aire libre, pero pronto se construye un edificio en el mismo terreno, convirtiendo el Prater en una extensión importante de la actividad Volksbühne.

En una actividad paralela a sus producciones en el escenario principal, Kresnik, Marthaler, Schlingensief y Castorf dirigen allí, entre 1995 y 1999, pero la función principal del Prater era exhibir el trabajo de jóvenes directores que todavía estaban estableciendo una reputación.

[10]​ Más tarde las producciones van en una dirección relacionada pero, al mismo tiempo, muy diferente, principalmente en lo que dice respecto a la puesta en escena.

El trabajo del jefe de diseño, Bert Neumann, es muy importante en este sentido.

DELGADO, Maria M.; REBELLATO, Dan: Contemporary European Theatre Directors, Routledge, Oxfordshire, 2010.

Volksbühne, Berlín.