Franco optó por el tenis y al dejar la Colonia comenzó a recibir clases con González.Rápidamente asimiló técnicas y comenzó paulatinamente a identificarse con la disciplina e incursionó en la faz competitiva.Más tarde, ganaría la copa Banana Boll en Brasil; aún con 13 años derrotaba a tenistas que tenían 18.Franco se destacó de sobremanera y escaló rápidamente en el ámbito internacional.El profesor González se mantiene en contacto permanente con Franco, ahora en su exitosa condición de entrenador.En el '86, octavos en Roland Garrós y finalista del US Open (perdió con Javier Sánchez).En 1997, mientras enfrentaba al holandés Van Hudt en la ronda clasificatoria del Challenger de Barletta, se acercó al juez y le comunicó que no seguiría jugando pero no por una lesión sino porque se retiraba.Inesperadamente y a los 27 años, Franco decidió que hasta allí había llegado su ciclo como jugador.Poco tiempo después, el nuevo desafío de Davín se llamó Guillermo Coria, un talento que asomaba con fuerza.Además, fue entrenador del campeón en 2 Grand Slam diferentes; Roland Garros y Abierto de los Estados Unidos.