Por entonces van den Enden se forjó fama de libertino librepensador y descreído, como su propio lema indicaba: Intus ut libet, foris ut moris est (significa: «Interiormente pensar lo que se quiera, en lo externo obedecer la costumbre»).En 1662, publicó Kort Verhael van Nieuw-Nederlants / Breve reseña de Nueva Holanda, un texto utópico en que propuso crear en Delaware (América del Norte) una colonia cooperativa igualitaria, antiesclavista y tolerante en lo religioso.En 1665 divulgó además sus Vrye Politijke Stellingen / Propuestas políticas libres, donde defendía la democracia, desarrollaba el concepto de soberanía popular y se preconizaba que el estado debía atender las necesidades sociales y educativas.En ese mismo año estalló la Segunda Guerra Anglo-Holandesa y escribió una célebre Epístola a Jan de Witt para proponer la venta de un arma naval secreta al ejército holandés en ese conflicto.Allí fundó una especie de academia-pensionado para genios en la que residieron durante una época los mismísimos Antoine Arnauld y Leibniz; este último lo citó en su Monadología.