Tario es considerado como un autor marginal por no haber formado parte de ninguna corriente literaria ni haberse integrado a grupo literario alguno, y por ser desconocido durante muchos años.
Se le ha comparado con Rulfo por el mundo personal que se inventó para sus escritos, así como por las características de sus personajes, los cuales, no obstante, tienen su propia originalidad.
Sus temas abarcan la limitación sensorial del hombre para percibir la vastedad del mundo que lo rodea, pero sin perder de vista el sentido del humor, la aparición de lo insólito, lo extravagante y lo grotesco, que lo alejan del tradicionalismo de otros autores, razón por la que es considerado precursor de la narrativa fantástica mexicana de los años cincuenta.
Individuo de intereses múltiples (fue portero de fútbol semiprofesional, astrónomo y pianista), publicó la novela Aquí abajo (1943) y el libro de cuentos La noche (1943), Tapioca Inn: mansión para fantasmas (1952) y Una violeta de más (1968), entre otros.
En 2011 su hijo Julio comparte en distribución gratuita, con ayuda del Instituto Nacional de Bellas Artes, Dos guantes negros, librito que contiene un poema y dos cuentos de consumo casero dedicados a sus hijos Sergio y Julio; los textos fueron encontrados en una cómoda de estilo barroco y colonial que pertenecía a Francisco y donde guardaba algunos álbumes fotográficos, recortes periodísticos, grabaciones, entre otras muchas cosas, y de donde también salieron a la luz El caballo asesinado y la novela Jardín secreto.