Francisco Rábago

Se pensó, a pesar de muchos indicios en contra, que fue él quien ordenó la construcción en 1747, en su localidad natal, de la que llegó a conocerse como Casa del Padre Rábago.Testimonios orales de los vecinos de Tresabuela han indicado otro inmueble próximo a la iglesia de la localidad como la verdadera casa familiar del padre Rábago, aunque no existe documentación que lo avale.[1]​ Fue nombrado confesor real de Fernando VI en el año 1747, cargo que ostentaría hasta 1755, en que fue cesado.Gracias a ese puesto, consiguió influir sobre diversos asuntos de Estado, como el concordato entre España y la Santa Sede de 1750, o la erección del Obispado de Santander en 1754, logrando que un año más tarde se concediera a la capital cántabra el título de ciudad.Fue profesor en las universidades de Valladolid, Salamanca, La Sorbona y del Sacro Colegio Romano.