En 1873 decide acompañar al grabador José Severini a Lisboa, donde éste buscaba un ambiente más estable.
Se establece en la capital portuguesa con Severini y en el mismo año Francisco Pastor abre un taller propio de grabado dirigido a la producción de matrices para la prensa periódica situado en la Rua do Ouro número 210.
Francisco Pastor tenía, en este sentido, una visíón diferente y más actual que la de su mentor Severini, con una perspectiva más artística y menos sistematizada del grabado.
[5] En 1913 realiza su primer viaje a Brasil y se da cuenta del gran potencial que posee el país.
Desde entonces decide realizar largas estancias en Brasil, enviando crónicas periodísticas para la prensa portuguesa de Lisboa o colaborando en diversas publicaciones brasileñas con sus grabados.