En 1772 se faculta a los dominicos y franciscanos para establecer una frontera entre las dos órdenes religiosas.
Desempeñó el puesto de Superior de la orden franciscana en la Alta California desde su llegada y hasta el regreso a la Alta California del padre Fray Junípero Serra quien había viajado a México.
Se hospedó en su querido Colegio de San Fernando, y no pasó mucho tiempo antes de ser elegido director del mismo, cargo que ocupó hasta su muerte en 1789.
Junto con Fray Junípero Serra encabezó el grupo de misioneros franciscanos que reemplazaron a los sacerdotes jesuitas en 1767.
Además escribió la mejor biografía sobre Fray Junípero Serra que se pueda encontrar, Relación de la vida y apostólicas tareas del venerable padre fray Junípero Serra y de las misiones que fundó en la California septentrional.