Poco más de un año después de haberse ordenado sacerdote, con veintisiete años, se fue como misionero a Mozambique en 1971.
[1] Llegó en plena lucha por la independencia del colonialismo portugués.
Allí se hizo cargo de la misión de Maúa, en la provincia de Niassa, al noroeste del país.
A pesar de los secuestros, minas antipersonas, y emboscadas militares permaneció en su puesto durante casi 48 años.
[2] El 24 de marzo de 2010 fue nombrado por el papa Benedicto XVI obispo de la diócesis de Gurué en Mozambique, donde permanenció hasta su fallecimiento.