En 1943 conoció a Eva Perón cuando ella fue convocada para protagonizar un ciclo en Radio Belgrano, de lunes a sábado, dedicado a biografías de mujeres ilustres de la historia cuyos guiones escribían Muñoz Aspiri y Alberto Inzúa; entre ellos estuvieron Madame Lynch, la amazona del destino , Mi reino por el amor y Un ángel pisa la escena.
Me acuerdo que debíamos acentuar los fondos musicales para tapar sus fllas de dicción”.
Eva Perón lo presentó al entonces coronel Perón, quien lo hizo designar director general de propaganda del Estado en reemplazo de Sergio Chiappori e intervino en la campaña electoral en apoyo a su candidatura presidencial recorriendo las provincias en una casa rodante.
Continuó en el cargo al asumir Perón luego de por haber ganado aquellas elecciones pero al poco tiempo rechazó porque no le pareció eficaz la idea que le llevó una persona de hacer distintivos para la solapa con la efigie recortada de Perón, ocasionando el enojo del Presidente cuando se enteró, por lo cual renunció al cargo.
[1] Subió al avión con lo puesto y recién en la primera parada en Brasil pudo telegrafiar a su esposa dónde estaba.