Llavallol

[2]​ En esta zona se asentaban hacia el siglo XVI los originarios querandíes.

Era una región ideal por la existencia de todos los elementos naturales necesarios para la vida: vegetación exuberante, ríos, arroyos, una gran laguna, pesca, animales que aseguraban una alimentación variada, clima ideal, lomadas hasta el horizonte.

En ese tiempo, en Buenos Aires la situación política era sumamente inestable, por lo que las promesas de Rivadavia no se pudieron cumplir.

Ante ello los hermanos Parish Robertson, que ya poseían la granja de Santa Catalina, los restos del casco principal se ubican en la hoy intersección de las avenidas Garibaldi y Santa Catalina, llevaron a esas tierras a los inmigrantes.

Al comienzo se tuvieron que instalar en carpas mientras construían sus viviendas de ladrillos y argamasa, los cuales eran preparados por ellos mismos.

Los colonos mejoraron la ganadería al cruzar el ganado traído de Europa, y también se dedicaron a la elaboración de quesos y manteca que se comercializaban luego en Buenos Aires.

Guillermo Taylien adquirió las tierras de los Robertson e instaló, en 1832, la primera cabaña de reproductores ovinos del país con ejemplares venidos del Reino Unido.

En 1851 las tierras de Santa Catalina pasan a ser propiedad del irlandés Patricio Bookey, quien una vez radicado, tuvo amplia participación en la creación del partido de Lomas en 1861.

Motivos económicos, ya que falló la explotación de la granja, lo llevaron a la quiebra en 1867.

Al año siguiente (1868) la Sociedad Rural Argentina eligió el espacio de Santa Catalina para la creación del Instituto Agrícola, que fue una avanzada en la práctica de la agricultura y alguna proyección hacia la ganadería.

Al año siguiente (1886), se inaugura la segunda y actual estación Santa Catalina.

En 1918 se fundan la Asociación Sportiva y de Fomento, la primera biblioteca, el primer equipo de fútbol y el correo, también se edita el primer mensuario del pueblo, llamado La Verdad.

Santa Catalina es declarada por el Decreto 877/61 del Poder Ejecutivo Nacional, Lugar Histórico y Monumento Nacional, en mérito a su historia excepcional, por su exquisita naturaleza, sus singulares edificios de estilo escocés y su Aula Magna.

Estas plantaciones constituirían el primer bosque cultivado del país.

Existen numerosas colectividades presentes en Llavallol, entre ellas la española, la italiana, la vasca y fundamentalmente en el sector sur de la ciudad, en el llamado Barrio de los Polacos (comprendido entre la avenida Antártida Argentina, el Camino de Cintura, la calle Polonia y la calle Pobladora) donde viven numerosas personas de origen ruso, lituano, polaco, ucraniano, alemán, checos, croatas, serbios, bielorrusos y también algunos italianos y españoles.

Busto en homenaje a Felipe Llavallol, gobernador de la provincia de Buenos Aires que dio origen al nombre de la localidad.
Formación del Ferrocarril Roca, con destino a Ezeiza, cruzando el arroyo del Rey (Llavallol).
Estación Llavallol del Ferrocarril Roca.
Reserva Natural Municipal Santa Catalina