En 1976 es designado gobernador civil de Álava, cargos a los que seguirían, hasta 1982, los de gobernador civil en Córdoba y Navarra.
Durante su estancia en Córdoba como gobernador civil llamó por teléfono al alcalde, el comunista Julio Anguita "para preguntar con qué permiso me había ausentado del término municipal.
Era cierto que se refería a una Ley en vigor, pero yo le hablaba de algo superior: He sido elegido por el pueblo y no nombrado por el gobernador civil le respondí.
Fuente: Julio Anguita, Corazón rojo, Madrid, La Esfera de los Libros, 2005, p 63.
Tras la victoria electoral del PSOE en 1982, retoma su trayectoria profesional en la vida administrativa, prestando servicios en la Dirección General de Protección Civil y, desde 1987, en el Tribunal Económico Administrativo Central.