La biografía de Collantes está sumida en el misterio, contándose exclusivamente con la escueta información facilitada por Antonio Palomino, quien a su vez la tomó de Lázaro Díaz del Valle que, al escribir sus notas (1657), le daba ya por recientemente fallecido.
Pero Díaz del Valle, contemporáneo del pintor, ni siquiera afirmaba que hubiese nacido en Madrid, como sostenía Palomino, limitándose a apuntar que era español y estaba en Madrid avecindado.
En ellas, sin embargo, también se manifiesta el interés del pintor por el paisaje, desarrollado en amplias lejanías en las que ocasionalmente pueden aparecer figuras, atemperando con luces plateadas el crudo tenebrismo.
Buen ejemplo puede ser el monumental San Onofre del Museo Nacional del Prado, procedente de las colecciones reales donde alguna vez estuvo catalogado como obra de Ribera.
Entre los conservados, además de los ya citados, se cuentan el Paisaje con ruinas de la colección Santamarca (Madrid), fechado en 1630, el Paisaje del Walraf-Richard-Museum de Colonia y el Paisaje frondoso del Museo del Prado, además del Paisaje con pastores ingresado en esta misma institución en 2009, excepcional por el soporte empleado, cobre, y sus reducidas dimensiones.