Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre

En agradecimiento a sus servicios durante la guerra de Sucesión, el rey Felipe V le concedió el marquesado de Vadillo en 1712.

Su infancia y juventud transcurrió en Soria, junto con su padre.

Se mantuvo en el cargo hasta los últimos meses de 1696.

[10]​ Allí se desarrolló su devoción por la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia,[10]​ que mantendría con posterioridad al abandono del corregimiento placentino.

[14]​ Al producirse la entronización de la nueva dinastía borbónica, Salcedo se mostró fiel al nuevo rey, para lo que acudió a Vitoria en enero de 1701 para recibir a Felipe V.

Finalizado el trienio fue nombrado corregidor de Jaén.

[15]​ Su paso por Jaén fue fugaz, puesto que, nombrado en abril de 1701, fue enviado como corregidor a Córdoba en julio.

En la explanada situada entre el Manzanares y el Campo del Moro, hizo construir, también a sus expensas, en honor a la patrona de Plasencia, la ermita de la Virgen del Puerto,[26]​ de cuya ejecución se encargó Ribera.

Fue enterrado en la ermita de la Virgen del Puerto, que él había fundado.

Retrato de Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre (c. 1729-30), realizado por el pintor Miguel Jacinto Meléndez ( Museo de Bellas Artes de Asturias ).
Lápida del sepulcro del marqués de Vadillo en la ermita de la Virgen del Puerto de Madrid.