Françoise Mézières estudió en la Escuela Francesa de Ortopedia y Masaje de la calle Cujas en París, cuyo director era Boris Dolto.
Mézières aprendió las técnicas de la época, especialmente la "gimnasia correctiva", basada exclusivamente en la potenciación muscular.
Desde esta perspectiva se considera que los dolores y las disfunciones son consecuencia de una hipotética falta de fuerza, y que las deformidades son causadas por una improbable ineptitud para resistir la fuerza de la gravedad.
A partir de este postulado, los tratamientos consistirían únicamente en ganar fuerza muscular.
Mézières únicamente escribió algunos artículos sobre su método y un libro que actualmente no se ha vuelto a reeditar pero ha supuesto la base para muchas otras obras sobre la reeducación postural global.