Fractura mandibular

La mayoría se presentan con una alteración de la oclusión dental (con relaciones interdentarias anormales).

El área más común de fractura es el cóndilo (36%), el cuerpo (21%), el ángulo (20%) y la sínfisis (14%).

Si bien ocasionalmente se puede hacer un diagnóstico con rayos X, las tomografías computarizadas modernas son más precisas.

Estas fracturas del macizo facial son frecuentes, ya que el esqueleto maxilofacial es muy vulnerable a los traumatismos.

La exploración más común a nivel postquirúrgico y de control evolutivo es la ortopantomografía.

Las fracturas mandibulares invalidan social y laboralmente al paciente durante una media de 90 días.

[6]​ La infección es la complicación más frecuente de la intervención quirúrgica con una tasa que varía desde menos del 1% hasta el 32% según estudios y autores.

Las fracturas de ángulo son las que pueden provocar con mayor facilidad lesiones del nervio dentario inferior.

Localización y frecuencia de las fracturas de mandíbula o maxilar inferior.
Radiografía de una fractura mandibular