En regiones de Europa y América Latina esta raza puede ser asociada con la clase alta debido a su apariencia elegante y distinguida.
Su manto rudo es su distintivo, con colores en los que predomina la base de blanco con marcas marrones en cara y orejas, así como un «silla de montar» de color negro o gran mancha de color, pudiendo haber otras marcas negras o marrones en el cuerpo.
Es un animal de compañía que requiere una atención casi constante.
Criados para pensar por su cuenta, son capaces de realizar maniobras tácticas y otros deportes caninos como el Agility.
Mantener uno como mascota requiere un control firme para redirigir estos instintos de presa, sin dejar de proporcionarle suficiente ejercicio y diversión.