Los fototubos son un tipo de transductores sensibles a la luz, la cual se transforma en corriente eléctrica.
Este dispositivo funciona según el efecto fotoeléctrico: los fotones inciden sobre un cátodo, dispersando electrones que son atraídos por el ánodo.
El cátodo es un semiconductor que contiene uno o varios de estos metales alcalinos: sodio, potasio, rubidio o cesio, combinados químicamente con bismuto, antimonio u óxido de plata.
Se usaban en una gran variedad de situaciones en las que era necesario captar la luz.
Debido a ello, estos tubos se usan en radiómetros, fotómetros y colorímetros.