Está situada entre el ojo y el orificio del hocico, pero por debajo de la línea que corre entre los centros de cada uno, y tiene como función percibir el calor emitido por una posible presa.
La membrana es como un tímpano que divide la foseta en dos secciones de diferente tamaño, con el mayor de las dos al frente y expuesto al medio ambiente.
Las dos partes están conectadas a través de un tubo o conducto estrecho, que puede ser abierto o cerrado por un grupo de músculos que lo rodean.
Experimentos han demostrado que, cuando se les priva de sus sentidos de vista y olfato, las víboras de foseta pueden atacar con precisión a objetos en movimiento si estos son por lo menos 0,2°C más calientes que la temperatura ambiental.
[3] Aparentemente las fosetas loreales funcionan como un par de ojos primitivos, y aunque no se sabe si en las experiencias de las serpientes este sentido se traduce en una imagen visual o en alguna otra forma.