Las fosas comunes en la Unión Soviética se utilizaron para el enterrar a masas de ciudadanos y extranjeros ejecutados por el gobierno.
El gobierno de la Unión Soviética bajo Stalin asesinó a muchos de sus propios ciudadanos y a muchos extranjeros.
Estas matanzas se llevaron a cabo por los organismos de seguridad, tales como la NKVD, y alcanzaron su punto máximo en la Gran Purga de 1937-38, cuando casi 700 000 personas fueron ejecutadas mediante un disparo en la base del cráneo.
[11] Solo en áreas próximas a Kiev hay fosas comunes en Umán, Bila Tserkva, Cherkasy y Zhitómir.
[12] Algunas fueron descubiertas por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial; Katyn y Vínnitsa se cuentan entre las más atroces.