Cuando Arnold llegó a las afueras del fuerte, se encontró con el coronel patriota Ethan Allen y sus Green Mountains Boys, que había tenido la misma idea de capturar los cañones, y juntos, llevaron a cabo la misión satisfactoriamente el 10 de mayo.
El coronel Henry Knox fue asignado para liderar la expedición que transportaría los cañones desde el fuerte Ticonderoga hasta Boston —a esta expedición se le conoce con el nombre de noble tren de artillería —.
Cuando Washington tomó el mando del asedio en julio de 1775, consideró la idea de tomar la desocupada colina, pero rechazó el plan ya que no poseían suficiente armamento para fortificarla.
Como una operación de distracción, ordenó que estos cañones abrieran fuego contra Boston la noche del 2 de marzo, y los británicos devolvieron el fuego, sin bajas significantes por ningún bando, debido a la lejanía.
El general John Thomas y unos 2000 soldados avanzaron lentamente hasta la colina arrastrando el resto de los cañones.
Sin los británicos intentaban atacar la colina, como hicieron en la batalla de Bunker Hill Washington tenía preparado un ataque desde Cambridge, por lo que preparó dos navíos que podían almacenar hasta 3000 hombres.
Esta fortificación se mantuvo hasta el final de la guerra y luego fue abandonada.
Durante la guerra anglo-estadounidense de 1812, la colina fue refortificada y ocupada como previsión para un posible ataque británico.