Fort Fisher fue una forticación militar confederada durante la Guerra Civil Americana.
Tenía gran importancia estratégica, pues facilitaba a los barcos confederados evadir el bloqueo naval y desembarcar mercancías en Wilmington.
El ataque se inició con un bombardeo naval y a continuación se realizó un desembarco de la infantería, sin embargo la llegada de refuerzos confederados frustaron la operación y el 27 de diciembre Benjamin Butler ordenó reembarcar a los 1000 soldados que aun permanecían en la playa y emprendió la retirada.
Durante la noche se reanudó el bombardeo que se prolongó hasta las tres de la tarde del día 15.
Finalmente las tropas desembarcadas iniciaron el asalto y tras cinco horas de combate tomaron la fortificación, sufriendo 691 bajas entre muertos y heridos más 309 bajas en la escuadra, de los 2500 defensores iniciales se rindieron los 1800 supervivientes.