Esta generación, representó una renovación total y absoluta del modelo Escort, ya que fue desarrollado prácticamente desde cero, partiendo de un nuevo diseño de chasis y adoptando una nueva configuración mecánica que incluyó posicionamiento transversal del motor y la incorporación de la tracción delantera, lo que lo convirtió en el segundo modelo de Ford en adoptar este sistema, por detrás del Ford Fiesta que había sido presentado en 1976.
Al mismo tiempo, este vehículo trajo como novedad la incorporación definitiva del mercado sudamericano a sus plazas de producción y comercialización, luego de que entre 1977 y 1980 se produjera la segunda generación por sistema CKD en Montevideo.
En este sentido, fue abierta una nueva línea de producción en la fábrica que Ford había adquirido a Willys en Sao Bernardo do Campo, suburbio de Sao Paulo, Brasil, donde sustituyó al Ford Corcel.
Durante su etapa de desarrollo, este modelo fue bautizado con el nombre en código Erika, el cual en un principio iba a ser oficializado para su producción en serie, sin embargo, debido a que el Escort de segunda generación fue un total éxito en el Reino Unido, la clientela se mostró renuente a abandonar el término Escort, más aún teniendo en cuenta que en 1976 fue el modelo más vendido del país.
A su vez, el término "Erika" tampoco era aceptado por el público alemán, ya que traía recuerdos relacionados con una recordada marcha militar utilizada durante la Segunda Guerra Mundial.
[1] En paralelo a esta presentación, la versión norteamericana que fue lanzada prácticamente al mismo tiempo, era un derivado lejanamente relacionado con su par europeo.
Al mismo tiempo, fue incluido el colín aerodinámico en la parte trasera del coche (registrado por Ford como Aeroback) que más tarde continuaría siendo desarrollado y aplicado en las versiones liftback de los futuros Ford Sierra y Scorpio.
[4] Un derivado de esta versión furgoneta del Escort, fue una pickup desarrollada y producida en Sudáfrica que fue denominada como Ford Bantam.
Debido a las altas temperaturas reinantes en este país, Ford equipó a la versión de tres puertas con un sistema de ventanillas traseras rebatibles, algo que nunca se había desarrollado en las versiones ofrecidas en el mercado europeo.
Ambos impulsores ofrecieron también versiones alimentadas a base de alcohol, los cuales desarrollaban una potencia marginalmente mayor.
[8] Otra versión importada fue el Escort LX, el cual era destinado a Suiza, pero se lo equipaba con impulsores más grandes.
[10] Finalmente, en 1985, la línea Escort incorporó su tercera opción de carrocería al lanzar el Escort Cabriolet, una versión producida en Brasil como resultado de un desarrollo conjunto entre Ford y la carrocera alemana Karmann, siendo su techo rebatible importado desde Alemania.
A pesar de esta cifra, el lanzamiento del RS Turbo fue algo decepcionante, ya que su desarrollo se había pospuesto en reiteradas oportunidades, hasta su lanzamiento definitivo en el año 1985, siendo su chasis objeto de numerosas críticas.