En la actualidad son populares cerca de 20 estribillos en la provincia, cultivados por familias "Guabineras" que son el soporte de esta tradición desde mucho antes que instituyeran festivales y apoyos departamentales.
Por la extensión territorial es posible que el canto de guabina y el torbellino hayan evolucionado desde versiones muy simples en la época de la conquista (es la única forma de explicar el hecho de que durante el siglo XIX haya sido muy popular en zonas rurales muy distantes entre sí); sin embargo, no hay referencias a estos ritmos (o no han logrado identificarse) en épocas anteriores al siglo XIX.
El baile del torbellino goza de gran popularidad en los diferentes festivales de la provincia, siendo esta danza un fino coqueteo que se caracteriza en algunas regiones por la elegancia, los pasos rápidos y cortos y la majestuosidad en los movimientos.
Las coreografías más conocidas son: torbellino sencillo, el tres, el cuatro, la copa y el moño.
Como accesorio, la mujer lleva una cinta negra que amarra a su cuello con un escapulario o una medalla.
El hombre acostumbra a llevar una camisa de unas telas muy gruesas, "cotona" ó agonal, adornada con un pectoral bordado y pantalón negro.
Recientemente, el Traje Típico de Vélez, mediante ordenanza, se institucionalizó en Santander.
En el transcurso del festival se realiza el concurso "Nuevas generaciones del Tiple y el requinto", igualmente "la parranda veleña", donde las familias vestidas con sus trajes típicos desfilan con instrumentos de música y con "piquetes Veleños", que son canastos con yuca, bore, papa, malanga, güatila, arracacha y carne de res, cerdo o "jara".
También hay festivales folclóricos en otros municipios de la provincia: Bolívar, Puente Nacional, Jesús María, Guavatá, Chipatá, La Paz y Güepsa.