Estudió en varias escuelas y finalmente completó el bachillerato antes de matricularse en la universidad.
Durante sus años como estudiante, y luego docente, Pérez Embid redescubrió Sevilla, a la que denominó su paraíso terrenal.
[9] Fue consejero nacional de Educación (1953-1963) y, asimismo, procurador en las Cortes franquistas (1958-1967).
[14] Mantuvo cargos directivos en algunas de las publicaciones ya mencionadas, como Arbor y Atlántida, así como, entre otras, Cuadernos Hispanoamericanos.
[16] Florentino Pérez Embid fue director general de Bellas Artes en España desde 1968 hasta 1974, un periodo crucial en la vida cultural del país, marcado por tensiones políticas, esfuerzos por modernizar las instituciones artísticas y la búsqueda de reconocimiento y prestigio internacional para el arte español.
A pesar de estos obstáculos, Pérez Embid logró algunos avances notables en el ámbito del arte contemporáneo.
En 1968, el Museo Nacional de Arte Moderno se transformó en el Museo Español de Arte Contemporáneo, donde se encargó de buscar una sede adecuada para albergar obras del siglo XX, desvinculando las colecciones más antiguas, que se trasladaron al Museo del Prado.
Durante su periodo al frente, Pérez Embid también se enfrentó a crecientes tensiones con artistas contemporáneos, quienes criticaban los nuevos reglamentos sobre exposiciones nacionales y la falta de diálogo en la inclusión de artistas en las políticas culturales.
También facilitó la organización de eventos y exposiciones que celebraban tanto el arte clásico como el contemporáneo, destacándose exhibiciones en honor a figuras como Joaquim Mir y la conmemoración de los Reyes Católicos.