Tenían su propio flamen, el Floralis, y era uno de los flamines minores.
Su festividad, los Floralia, se celebraba en abril o a principios de mayo y simbolizaba la renovación del ciclo de la vida, marcada con bailes, bebidas y flores.
[2] Los poetas latinos creían que Flora era simplemente la versión romana de la diosa griega Cloris (interpretatio graeca).
[1] La helenizada Flora estaba casada con Favonio, el dios del viento también conocido como Céfiro, y su compañero era Hércules.
La diosa no es de las que profesan actividades tétricas ni importantes; desea que sus ritos estén abiertos a la masa popular y aconseja aprovecharse del esplendor de la vida mientras está en flor; pues tiramos las espinas cuando se han caído la rosas».