Fisting

Es una práctica considerada como extrema, y se suele recomendar que no se lleve a cabo sin los necesarios cuidados previos (desinfección, limpieza, guantes de látex, lubricante, etc.) y posteriores (dilatación paulatina).

[1]​ Una variante sería la braquioprosis o braquiproctosigmoidismo,[2]​ que es una forma profunda de fisting donde todo el brazo penetra el ano.

[3]​ Es necesario tener en cuenta que en el caso del fisting anal, el ano posee dos esfínteres: El externo –controlado por el sistema nervioso periférico (voluntario)–, y el interno -controlado por el sistema nervioso autónomo (involuntario)-.

Así pues, al realizar esta práctica se tendrá presente que el sujeto pasivo no logra dilatar el esfínter interno de manera voluntaria y, por eso mismo, es necesario tener cuidado con el fin de evitar el dolor intenso.

El intestino puede ser insensible al dolor durante la penetración, por lo que pueden producirse perforaciones muy graves, que no se manifiestan de inmediato, o desgarros muy dolorosos en el ano con necesidad de intervención quirúrgica por hemorragia, por lo que es imprescindible una dilatación previa de los músculos, así como el conocimiento técnico de esta práctica.

Fisting .
Silent duck.