La jugaron Australia (anfitrión) e Inglaterra, repitiendo la Final de 1991 y fue la primera vez en el torneo que se reeditó una definición.[1] El partido definitivo cruzó al anfitrión que venía como claro favorito para levantar su tercera copa y a los ingleses, quienes no se lucían pero demostraban el rendimiento más alto del campeonato.Ganaron el grupo A venciendo a Argentina y al XV del Trébol, en cuartos de final derrotaron a Escocia y en semifinales triunfaron contra, su histórico rival; los All Blacks, siendo su mejor partido y repitiendo la hazaña del mundial de 1991.Ganó el grupo C derrotando a Sudáfrica, en los cuartos venció a los Dragones rojos en su peor partido; aprovechando el desperfecto juego galés para que Wilkinson anote seis penales, y en semifinales triunfó ante Francia con 24 puntos (todos) de Wilkinson.Al día siguiente, el equipo inglés llegó al Aeropuerto de Londres-Heathrow donde una enorme cantidad de seguidores los recibió y cantó Swing Low, Sweet Chariot.