Filippo Beroaldo

Realizó ediciones comentadas de más de veinticinco autores clásicos latinos como Plinio el Viejo, Apuleyo, Aulo Gelio, Cicerón, Suetonio, Claudio Eliano, Lucano, Propercio, Catulo, César, Virgilio, Frontino, Juvenal, Plutarco, Columela, Epicteto, Fedro, Vegecio etc.

Hábiles maestros se encargaron de su educación, que fue favorecida por las más afortunadas disposiciones naturales y, sobre todo, por una memoria prodigiosa, casi eidética.

Al año siguiente, en 1472, fue nombrado profesor en Bolonia «ad lecturam rhetoricae et poësis».

Y aunque vivía siempre recluido por sus trabajos literarios, los honores públicos empezaron a acudir a él: en 1489 fue nombrado uno de los ancianos de Bolonia, y pocos años después participó con Anton Galeazzo Bentivoglio, con cuya familia se hallaba muy relacionado, en una embajada al papa Alejandro VI.

Se dijo que trescientos estudiantes siguieron sus lecciones y doscientos dejaron la universidad tras su fallecimiento.

Entre sus discípulos estuvieron los hijos de Giovanni II Bentivoglio, Filippo Beroaldo el Joven (1472-1518, primo de Beroaldo), Hermann von dem Busche, Polidoro Virgilio, Andrzej Krzycki, Jodocus Badius y Giovanni Battista Pio.

Vincenzo Onofri : Busto de Filippo Beroaldi, Bolonia, iglesia de S. Martino, capilla Malvezi-Campeggi. Fotografía de Pietro Poppi, hacia 1888-1890.