Las ficotoxinas marinas son productos naturales de origen algal, metabolitos secundarios producidos por algunas especies de microalgas, presentes en agua dulce y salada,[1] que tienen actividad tóxica, normalmente neurotóxica.
Se cree que producen estos metabolitos como respuesta a una agresión externa, como puede ser la presencia de otros organismos competidores.
[1] Según su estructura química se clasifican en: Son toxinas producidas por dinoflagelados de los géneros Alexandrium, Gymnodinium y Pyrodinium.
Actúan bloqueando específicamente los canales de sodio voltaje dependiente, que se encuentran en las células excitables.
Además de por vía oral, las brevetoxinas pueden producir intoxicación por exposición dérmica e inhalación.
[3] Los principales organismos productores de estas toxinas son Protoceratium reticulatum, Lingulodinium polyedra y Gonyaulax spinifera.
No se conoce su toxicidad en humanos ni los efectos medioambientales que producen estas toxinas.